Ahorro de recursos:

El papel aluminio aplicado al embalaje de alimentos y bebidas ahorra más recursos de los que se necesitan para su producción. Diversos anàlisis demuestran que su utilización supone menos del 10% del impacto ambiental en el ciclo de vida de un producto: producción, preparación y consumo.

Protección aislante:

El aislamiento total del papel aluminio contra la luz, los gases y la humedad es la principal razón por la que se usa en envases laminados flexibles para alimentos, bebidas y aplicaciones técnicas. Incluso si es muy delgado, garantiza una perfecta protección y conservación del aroma y características del producto. Contribuye a alargar la vida de productos delicados y permite que se conserven durante largos periodos sin necesidad de refrigeración, proporcionando un gran ahorro de energía.

Reciclaje:

El aluminio es 100% reciclable, sin fecha de caducidad ni pérdida de calidad alguna. El proceso de reciclado del aluminio requiere un 95% de energía menos en comparación con su producción desde el mineral de bauxita. lo que conlleva una enorme reducción de emisiones.

Cocinar y calentar de cualquier manera:

Los alimentos conservados en platos de papel aluminio, pueden cocinarse o recalentarse en hornos convencionales o microondas o con sistemas al "baño maria". Estos envases contribuyen a ahorrar tiempo y recursos durante la preparacion de los alimentos.

Higiene y seguridad:

Una vez producido, el papel aluminio es completamente estéril gracias a la alta temperatura que se alcanza en su proceso de cocción. Es un material seguro para usar en contacto con productos alimenticios porque no alberga ni permite la creación de bacterias.

Es un material seguro para su uso, porque el papel aluminio desnudo, no reacciona mediante el contacto con la gran mayoría de los alimentos.